Técnica para correr: Empezar a correr de forma eficiente, conoce los secretos

Empezar a correr

Correr es tan natural como la comida que realizamos cada día, es algo fisiológico para lo que estamos preparados desde pequeños. No obstante a diferencia de andar, tiene algunas variables que si debemos de controlar si queremos mejorar al empezar a correr. Estas variables o fundamentos forman parte de lo que se conoce como técnica para correr y ha de ser trabajada a lo largo de los entrenamientos para ir optimizando poco a poco la carrera y obtener mejores resultados.

A lo largo de los años como atleta, poco a poco he ido buscando y desarrollando métodos propios para ir controlando mi carrera y hacerla más eficiente, aunque si podemos decir que no existe la técnica de carrera perfecta sí que pueden realizarse ejercicios de running para tener un mejor control sobre nuestro entrenamiento, más veloz y más efectivo.

En la actualidad existe cuatro factores determinantes en la técnica para correr, estos son: la postura, la cadencia, la inclinación del cuerpo y por último la coordinación de brazos. Estos cuatro elementos engloban la diferencia entre ser un buen corredor o un corredor principiante.

Postura

La posición del cuerpo al correr ha de ser erguida, desde la punta de los pies hasta el propio cuello tienen que definir un mismo plano. Para que os hagáis una idea tenéis que tener la sensación al correr que en cada zancada el impulso no solo os tiene que llevar hacia adelante sino también hacia arriba. La postura es condicionada igualmente por no llevar unas zapatillas de running adecuadas o simplemente dirigir la mirada a otro sitio que no sea al frente cuando estamos corriendo.

Cadencia

Esto significa el número de veces que realizamos apoyo con los dos pies al correr. Por ejemplo si tenemos una cadencia de 170, significa que hemos apoyado 170 veces los pies en el terreno.

Lo ideal es que cada cual busque su cadencia, no todo el mundo tiene la misma ya que fisiológicamente hay personas con piernas más largas que otras o que realizan más impulso. Para medir la tuya propia, cuenta las veces que realiza apoyo del pie derecho  durante 20 segundos, posteriormente multiplícalo por 6, esa será vuestra cadencia.

Inclinación

La inclinación al correr es esencial, no lo confundas con ir de una forma erguida. Al correr y debido a la inercia de la propia carrera el cuerpo tiende a ir hacia adelante, aprovecha la gravedad para manejar mejor tu impulso, desde el tobillo actuando como un muelle hasta los músculos que realizan el despegue de la zancada.  Los tobillos y la cintura tienen que formar una misma línea, una buena técnica de carrera se nota en que la cadera proporciona un centro de gravedad muy bajo y los tobillos son los impulsores del esfuerzo.

Coordinación de brazos

Existen tantas formas de correr como corredores hay. No obstante la vinculación entre los brazos y las piernas y su coordinación en el entrenamiento, es fundamental para entender la mejor manera posible de ir más rápido en la carrera. Un braceo excesivo dará lugar a una pérdida de energía que más tarde puede hacer falta, un braceo demasiado corto no proporciona el impulso suficiente a las piernas como para desarrollar un buen ritmo. Es fundamental sobre todo al empezar a correr, pensar que los brazos tienen que ir al contrario que las piernas, la pierna que avanza tiene que ir con el impulso del brazo contrario, aunque parezca algo obvio a menudo se olvida este elemento tan sencillo de realizar y que tanta efectividad proporciona.